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«Nos gusta reírnos de todos y de todo»

  • Noche de Repálagos presenta hoy en La Alameda su espectáculo ‘El Retablo Ibérico de las Maravillas’
  • La compañía de teatro underground apuesta por el humor como herramienta de reivindicación social

Un jueves cualquiera por la noche. La melodía  New York, New York de Sinatra inunda la sala Events en La Isla de la Cartuja. El ajetreo es evidente: las pruebas de sonido, el ruido de las sillas y el imperceptible pero constante cosquilleo en el estómago, vulgarmente conocido como nervios, va en aumento. Si hay algo que se ha fortalecido desde el momento en el cual estos siete jóvenes decidieron embarcarse juntos en este proyecto, es la ilusión. A una hora del inicio del espectáculo, Adrián Pino, guionista y Rita Iglesias, actriz y encargada de Comunicación de la compañía, disponen un improvisado plató en la planta baja del edificio, aunque el incesante movimiento de la primera planta aún se escucha.

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Entrevista a Rita Iglesias y Adrián Pino momentos antes de la actuación 

 

Noche de Repálagos es teatro y arte alternativo. Su apuesta por el audiovisual y la simplicidad escenográfica a favor de la interpretación y la cercanía al público, es una fórmula que ha suscitado admiración y muchas propuestas. Su intención es alejarse de lo comercial, «buscamos ofrecer cultura que no es la típica que te ofrecen en los teatros y a un precio que no es el de los teatros», manifiesta Iglesias. La idea es loable y necesaria porque el incremento de los impuestos ha afectado gravemente al sector; pero en términos económicos, es poco rentable. Asistimos a la etapa de posicionamiento y expansión del grupo tras un largo camino de aprendizaje recorrido esquivando obstáculos. Tienen experiencia en afrontar las adversidades y es un gran punto a su favor.

La idea surge en el seno de la Escuela Superior de Arte Dramático de Sevilla (ESAD) hace seis años con el objetivo de evolucionar como actores porque no tenían un público al que enfrentarse con regularidad, sino una vez al año a final de curso. Adrián Pino asegura que hacer el arte académico es un gran error: la puesta en escena era ante familiares y amigos, un público poco objetivo que valora el trabajo en función del aprecio personal, «de hecho son los aplausos más fuertes que he escuchado nunca, lo hacen porque eres su niño o su niña», recuerda Rita.

Tenían un espacio, una peña cultural en Triana y se propusieron subir al escenario todas las semanas frente a ellos mismos, los alumnos de arte dramático. Pasaron de representar escenas dramáticas aleatorias a estructurar un espectáculo con un referente muy especial para Adrián Pino: los Monty Python. En cuestión de semanas se corrió la voz y el ambiente familiar se diversificó pasando de cincuenta a 300 personas. Esto superaba las expectativas de los actores y el lugar no estaba acondicionado para acoger a tantos asistentes. Las quejas de los vecinos por el ruido los obligaron a cambiar de local en varias ocasiones pero eso no trajo consecuencias, porque la audiencia, al contrario de disminuir, aumentó exponencialmente.

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Rita Iglesias durante la interpretación de una escena por encargo

En Sala Events actúan dos veces por semana, los miércoles y los jueves a las 21h30, aunque la apertura de puertas es a las 20h30. A veces suelen intercalar improvisación con escenas por encargo, esto último, es un recurso introducido por Pino cuando se regularizaron las representaciones del grupo «llega un momento en el que se te acaban las ideas al escribir de cinco a seis escenas todas las semanas. Era una ayuda para enfrentarme al folio en blanco y decir: ¡ya sé de dónde tirar!». Este recurso para dar descanso al espíritu creativo gusta a los espectadores entre los cuáles nos incluimos. Iglesias recuerda con emoción el día en el cual se hizo por primera vez la escena por encargo «la gente gritaba: ¡Buaaah, ha salido el mío!» y considera que al dar una ficha a la gente, se le da el poder de participar y de decidir, algo primordial en su forma de ver el teatro.

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Actuación de ‘El retablo Ibérico de las Maravillas’

Buscan crear una red underground, en la cual, «la gente pueda exponer sus propias obras frente a un público» y reivindican un teatro alejado de los convencionalismos, jugando con el cambio de roles para evitar seguir con «la representación de estatus», que para ambos componentes del grupo, no tiene cabida en la actualidad. Rita Iglesias añade al respecto: «Shakespeare está muy bien, pero el teatro  es una herramienta de comunicación y debe servir para cambiar algo. ¿Si no sirve para hacer pensar a la gente y cambiar algo, para qué está?».

Nuestra visión: tenemos que reírnos de nosotros antes que de los demás. Nos quejamos de nosotros mismos, de lo local, nacional e internacional

Adrián Pino se ha formado como guionista cinematográfico, no como dramaturgo y concibe las escenas  para ser emitidas por televisión o a modo de secuencia de cortometraje o largometraje. Escribe junto a Javi Durán, director de la compañía de teatro de improvisación Improductivos bajo la premisa de línea argumental dinámica y espectacular, al estilo de Saturday Night Live, y con el objetivo claro de «no darle tiempo a respirar al público».

Hacen teatro sobre temas de actualidad y las decisiones son grupales, al estilo de Els Comediants, «tenemos una especie de norma y es que nos sentamos y decimos: ¿de qué queremos hablar?», la religión, la política, la economía…todo en clave de humor sin recurrir al teatro panfletario o propagandístico y sin imponer una única lectura de la realidad.

#Zoidohaztederepalagos

Claro ejemplo de la repercusión conseguida por Noche de Repálagos en Sevilla fue el convertirse en Trending Topic en Twitter el pasado mes de junio. El comunicado oficial del grupo en formato audiovisual sobre la cancelación del espectáculo por «hacer más ruido del permitido», suscitó la empatía de sus seguidores, quienes no dudaron en apoyar al grupo en las redes sociales bajo el hashtag #Zoidohaztederepalagos. El exalcalde José Ignacio Zoido, se puso en contacto con ellos inmediatamente para buscar una solución y emplazó la reunión al viernes anterior al día de las elecciones, «lo único que nos ofrecieron fue actuar en un sitio nuevo que habían abierto en las Tres Mil Viviendas. Imagínate, si al público le cuesta cruzar el puente para venir aquí, como para desplazarse a las Tres Mil un miércoles y por la noche», apunta Iglesias.

No aceptaron el acuerdo, no por tema de prejuicios, sino porque conocen los barrios de Sevilla y su público objetivo es más «el que frecuenta la Alameda». Durante la campaña se reunieron con muchas instituciones, entre ellas con el Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS), pero una vez acabado el periodo electoral, no obtuvieron respuesta alguna. Pino está seguro que fue una estrategia orquestada por el Ayuntamiento para mantenerlos en silencio hasta que se llevaran a cabo las votaciones «porque en campaña nos llamó hasta el apuntador, vaya. Todo el mundo nos quería ayudar mucho», esto no ha impedido que sigan adelante con su proyecto.

En junio hicieron una fiesta de final de temporada con un guion de Pino, en el cual describía lo ocurrido en forma de musical, muy teatral con un final esperanzador para la quinta temporada. Se hicieron una foto de familia y el público se puso de pie para ovacionarlos. Se sintieron identificados con la idea de la obra, «con eso de que los jóvenes somos siempre el último mono, nadie se acuerda de nosotros, nadie nos llama y nadie nos da trabajo» y siguen al pie del cañón a pesar de todo lo ocurrido.

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Adrián Pino (primero a la izquierda) durante un ensayo

Han alquilado el local del Edificio Antique y actúan por un precio simbólico, en el sentido de que no se corresponde con la calidad de las escenas ni con lo mucho que hacen disfrutar a los asistentes. Intentan sacar un poco de dinero en barra, vendiendo cervezas (cañas) y han cedido sus recetas para que un catering prepare tapas (también para vegetarianos), «aquí el actor te pone una cerveza», concluye Adrián.

 

Salto audiovisual 

Hacemos un poco lo que no sale del pie. Nuestra filosofía es hacer lo que nos da la gana y si a alguien le molesta, que se moleste

Los pocos recursos económicos de los que disponen los emplean como retribución a los actores, para pagos o para comprar nuevos elementos técnicos y mejorar paulatinamente. Aspiran con ser actores en cine o en producir cortometrajes. La estructura de los guiones en un elemento a su favor pero las cámaras y el equipo técnico necesario, así como la escenografía implican una inversión de dinero y tiempo muy importante que aún no están preparados para asumir.

El sacrificio que conlleva seguir con esta aventura es muy satisfactorio para Noche de Repálagos, disfrutan de lo que hacen. No ganan lo suficiente pero «toda la gente que está aquí, está porque ama el proyecto y quiere apostar por él de alguna manera». De momento lo compaginan con otros proyectos y con una webserie. Su meta a largo plazo es hacerse con un local en condiciones para la compañía con una buena mesa de sonido y un equipo de focos y luces de colores.

Hace un par de semanas dieron un salto audiovisual con la decisión de grabar las escenas de las representaciones y colgarlas en YouTube para que todo aquel que no pueda asistir o simplemente quiera revivir el momento, pueda hacerlo.

Con una silla y un enchufe son capaces de recrear las situaciones más surrealistas y cómicas que puedas imaginar. Afirman hacer lo que les gustaría ver y se ríen de todo y de todos, en especial, de las instituciones «porque si no lo haces, ellas se ríen de ti». Introducen aspectos que crean alarma social con mucha simpatía porque saben que la mejor forma de hacer pensar y de transmitir un mensaje es «haciendo reír a la gente».

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Actores de Noche de Repálagos al finalizar la actuación

Si queréis disfrutar del grupo de teatro más underground de Sevilla, podéis asistir a la representación de ‘El Retablo Ibérico de las Maravillas’: humor, improvisación y música flamenca (dan el cante, pero con arte); el 18 de febrero en el Fun Club a las 21h30 por cinco euros (con una consumición).

 

 Fotografías de Javier Ramírez Albarreal y Emerson Mendoza Ayala

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