«Lo trágico puede ser visualmente bello»
Entrevista al realizador francés Jean-Claude Rozec
El realizador Jean-Claude Rozec (Lorient, 1978) es un amante del cine y del dibujo, actividades que desarrolla desde los doce años. Recuerda sus primeras ilustraciones con especial cariño porque gracias al perfeccionamiento de esos bocetos ha descubierto que la creación de relatos audiovisuales animados es su manera particular de comprender, interpretar y representar mejor el mundo que le rodea, por eso dedica su vida al séptimo arte. El productor Jean-Pierre Lemouland le abrió las puertas de su sociedad audiovisual y Rozec entró encantado. Este fue el inicio de su carrera profesional, porque en JPL Films, aprendió las técnicas del cine de animación y sus primeras obras, autofinanciadas y con una calidad media, vieron la luz. Trabaja en la animación y el decorado o haciendo los storyboards de sus futuros proyectos. Rozec es un incansable creativo y cuando tiene una idea viable acude con su dossier a los productores, quienes se encargan de buscar el dinero. Sus cortos siempre parten de cosas cercanas a su entorno o que le afectan de alguna u otra forma. En «Cul de Bouteille«, su miopía fue heredada a Arnaud e hizo de este defecto congénito, algo maravilloso: el protagonista prefiere ir sin gafas para evitar los comentarios ofensivos de sus compañeros y utiliza su imaginación como vía de escape, produce un mundo mágico que no percibe a través de los cristales. Para los escenarios de «La Maison de Poussière», se inspiró en los bloques de HLM (‘Habitation à Loyer Modéré’, equivalente en España a las VPO), en los que vivió y que se están destruyendo en Francia. Aunque su ficción tiene siempre algo de realidad, él no busca contar su propia experiencia porque sería muy anecdótico, «prefiero la fantasía», asegura. Para recrearla, necesita escanear el papel pintado a mano con acuarelas y retocar con el ordenador el color, para lograr su objetivo de envolver al espectador con una progresión dramática en los ambientes, sin descuidar la estética «porque lo trágico y lúgubre también puede ser visualmente bello».
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Fotograma de ‘La Maison de Poussière’, se aprecia el embellecimiento de un espacio lúgubre con la iluminación
La experiencia acumulada con el tiempo le ha hecho ganador del Premio al Mejor Cortometraje de Animación por «La Maison de Poussière«, concedido por el Jurado Joven del Festival de Cine Fantástico (FANCINE) que organiza la Universidad de Málaga, un reconocimiento del cual afirma estar muy orgulloso. El desarrollo de esta historia surge por su motivación de mostrar lo cotidiano, «esas situaciones y detalles maravillosos que por desgracia, la rutina hace que pasen desapercibidos». La monotonía descrita a la perfección con la expresión francesa «metró, boulot, dodo», está convirtiéndonos en personas antipáticas y aburridas, por ello, Jean-Claude ha tratado el concepto ‘hogar’, llevado a la gran pantalla en pocas ocasiones. Sorprende el tratamiento de la definición por su originalidad: «¿qué lugar ocupa en nuestra memoria y subconsciente el emplazamiento que consideramos hogar?». Los primeros fotogramas y el acompañamiento musical de Arnaud Bordelet, constriñen el corazón del espectador durante doce minutos. Un largo suspiro y alguna lágrima liberan la tensión acumulada transmitida por la peculiar heroína del barrio. Los bloques derruidos son vistos por los inversores como anónimos y sin alma, pero al visionar el corto, es imposible no empatizar con los desilusionados propietarios que esperan el momento de la demolición alrededor del perímetro de seguridad demarcado. El mérito del equipo de Rozec radica en la sensación de veracidad que percibe el público, la inspiración para el cortometraje llegó mientras presenciaba la caída de un edificio de catorce plantas, del cual solo quedaron escombros y una densa nube de polvo tóxico. Es verdad que la destrucción de viviendas persigue mejorar la calidad de vida de los inquilinos, pero se frivoliza mucho al respecto, hasta el punto de considerar la acción como un espectáculo más. Olvidamos que en las ruinas yacen trozos de ilusión, buenos y malos recuerdos de un pasado que jamás regresará. Las ciudades crecen vertiginosamente, por ello, este fragmento animado era tan necesario. ‘La Maison de Poussière’ está llena de metáforas y de elementos del imaginario cotidiano, como la alusión al cuento de ‘Los Tres Cerditos’ o al fragmento bíblico del Génesis 3:19, «Polvo eres, y al polvo volverás».
El lobo de ‘Los Tres Cerditos’ representa a la máquina demoledora
El joven realizador no cesa en su esfuerzo de convertir momentos de la vida cotidiana desapercibidos en obras de arte y el sector audiovisual francés permite que nuevos talentos se incorporen a la industria con garantías muy bien reguladas, como el caso de los derechos de autor o el subsidio ante la intermitencia de la actividad, que mantiene a flote el cine francés.
Este año esta siendo el de Jean-Claude Rozec, ya ha empezado a cosechar reconocimientos internacionales y esto incrementa su fascinación por crear, «estoy obsesionado con los nuevos trabajos, pero me falta tiempo para desarrollarlos», confiesa. Los que han tenido la oportunidad de disfrutar con su filmografía esperan ansiosos esta exclusiva de Rozec a Underground Press: «estoy centrado en mi nuevo cortometraje, se llamará ‘Heures Supplémentaires’. Estoy muy ilusionado». La idea debe ser muy buena porque que el fondo de ayudas a la innovación audiovisual del Centro Nacional de Cine y Animación francés, le ha concedido una subvención de 8.000 euros en concepto de ayudas a la escritura. Si no conocías el trabajo de Jean-Claude, este es el momento para zambullirte en el universo audiovisual de sus ‘oeuvres d’art’.
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