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Arte Espacio: la unión de la sutileza y la modernidad bonaerense

La octava edición ha reunido las obras de más de 180 artistas en el Hipódromo de San Isidro (Buenos Aires, Argentina)

Al subir las escaleras para entrar al Espacio Darwin, Dalí y Frida te dan la bienvenida a la octava edición de Arte Espacio mientras un camarero te sirve una copa de champagne. Es el día de la preopening y el Hipódromo de San Isidro está lleno de pintores, escultores y periodistas.

Buenos Aires ha sido desde el siglo XIX una ciudad receptora de tendencias artísticas y se percibe en la muestra. El aire bohemio con tintes eclécticos es muy intenso en el recinto. La disposición de los trabajos podría considerarse como una gran escultura efímera e inacabada, como el rayo que ilumina las construcciones dispuestas en el exterior esta noche de luna llena: una espectacular telaraña de plástico y los pares de de zapatos rojos dispuestos por la mexicana Elina Chauvet  cuyo objetivo principal es reivindicar el cese de la violencia de género.

La presencia de los 180 artistas enriquece el ambiente porque están a disposición del visitante para hablar de su propio proceso creativo y sobre su visión de la realidad, que no deja a nadie indiferente. En el mejor de los casos, la conversación te llevará al barrio de San Telmo o a Palermo para visitar el estudio del pintor o escultor y observarás embelesado el microcosmos del entorno, un caos perfecto que no siempre tiene explicación.

La mirada penetrante del trabajo con rastro genético de Kozub o la dulzura e intriga que transmite la niña fotografiada por Celine Frers mientras sostenía una cabra en sus manos, son los ejemplos que contribuyen al constante intento de los argentinos por interpretar el crisol cultural de su país.

La melodía que emiten los bonaerenses al hablar provoca en ciertas personas una desconexión momentánea. Si te dejas llevar, la vuelta a la realidad suele ser desconcertante, sobre todo si te encuentras frente a los retratos pop art de Lenon o Monroe, obra de H. Liberal Cardoso y puedes desorientarte fácilmente con los cuadros de Juan Hoff y Celina Coelho, un déjà vu que persiste por el motivo, técnica y tonalidad similar y recurrente en ambos.

La galería fotográfica de Arte Espacio 2016 se aprecia mejor escuchando un tango de Gardel con una copa de malbec mendocino en mano, pero lo dejamos a vuestra elección.

Fotografía: Emerson Mendoza Ayala

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